¿Has hablado de tus deseos al final de la vida?
Aunque esta discusión es beneficiosa, no es en absoluto fácil. Tanto desde el punto de vista logístico como económico, es igualmente beneficioso hacerlos. Mientras esté sano es el mejor momento para desarrollar un plan.
Algunas personas son bastante conscientes de que es beneficioso hablar con determinados seres queridos sobre los deseos específicos del final de la vida. Las decisiones relativas a los cuidados al final de la vida son realmente personales, basadas en sus principios y valores. Es comprensible que sea un tema que a la mayoría le intimide imaginar que se toca, y mucho menos planificar. En la actualidad, el 90% de las personas entiende que es beneficioso mantener esta conversación con sus seres queridos sobre los cuidados al final de la vida, pero sólo el 27% lo hace. Aunque resulte intimidante iniciar la conversación, al final será una especie de regalo impagable para sus seres queridos y para quienes les prestan atención médica. Pocas veces incluimos en los planes cómo deseamos morir. En nuestra vida, planificamos nuestra trayectoria académica y profesional, el matrimonio, los hijos y la jubilación. Las familias y las escuelas realizan simulacros de incendio para prepararse para una emergencia. Incluso cuando la muerte se produce tras una enfermedad prolongada, las familias no suelen estar preparadas para ello. Sin embargo, las familias no suelen estar preparadas para las emergencias médicas que acabarán con la muerte o una discapacidad importante. La muerte no forma parte de nuestro proceso de planificación vital. Las emergencias pueden ocurrirle a cualquiera en cualquier momento.
Elige una persona, todo el mundo necesita un representante.
Elija un lugar adecuado. Normalmente, lo mejor es un lugar privado. Elija un lugar tranquilo y cómodo que esté libre de distracciones. Mantener esta delicada conversación con sus seres queridos para hablar de sus deseos específicos al final de la vida será una conversación emotiva.
He aquí algunas cosas que debes tener en cuenta cuando estés dispuesto a hablar con tu familia para prepararte.
¿Quién desea que tenga los derechos legales para tomar decisiones por usted en caso de que no pueda tomarlas usted mismo? Esta persona debe ser alguien en quien confíe para hablar en su nombre y tomar decisiones. Puede ser un cónyuge, un hijo adulto, un hermano, un padre, un amigo cercano, etc. En realidad, es bastante saludable no sólo informar a la persona a la que se ha recurrido, sino también a cualquier otro miembro de la familia o amigo íntimo que pueda desear que se incluya. Por ejemplo, si desea que su hermano sea incluido como responsable de la toma de decisiones y usted tiene un cónyuge. Es importante saber quién tomará qué tipo de decisiones cuando llegue el momento. Y lo que es más importante, asegúrese de decirle a su representante que desea que acepte ese papel. Esta es una oportunidad para comunicar a otros amigos y familiares a quién ha designado. Aproveche este momento para comunicar a la persona designada sus derechos y responsabilidades específicas. ¿Lo has documentado en un poder notarial? Es posible que quieras que distintas personas asuman responsabilidades concretas. Cada representante recibe diferentes nombres y a menudo comparten funciones: apoderado para la atención sanitaria, sustituto en la toma de decisiones o apoderado, etc. Otro término común es el de poder de asistencia sanitaria. Si usted o un ser querido no designa a una persona, cada estado tiene leyes sobre quién es realmente su persona por defecto. Póngalo por escrito. Haga un plan que funcione para usted.
Los servicios de cuidados paliativos son una de las muchas opciones disponibles para planificar el final de la vida. Según la National Hospice and Palliative Care Organization, aproximadamente 8 de cada 10 estadounidenses dicen que preferirían morir en casa, pero sólo el 20% de los estadounidenses lo hacen. Revise sus opciones y comprenda si los cuidados en casa, los cuidados paliativos o algún tipo de opción alternativa son los más adecuados.